¿BOMBA?

- ¿Es una bomba?
- No, ¡Que va a ser una bomba!
- Entonces ¿Qué?
- No lo sé.
- ¿No eres tú el experto?
- Pues sí, pero…
- Pero ¿qué? Me estás poniendo nervioso.
- En las clases no he visto nada así.
- ¿Y en la realidad?
- No. Es mi primera bomba.
- ¿No dijiste que no era un bomba?
- Sí, eso dije.
- ¿Pero es tu primera bomba?
- Sí también.
- ¡Genial! Nos envían al tonto de turno.
- No, de eso nada. Fui el número uno de mi promoción.
- Pero nunca has desactivado una bomba en la realidad.
- Eso es.
- Lo dicho, el tonto de turno.
- Ahora es usted el que me pone nervioso
- Tranquilo, sólo nos jugamos la vida, no es para ponerse nervioso. ¿Un poco de Heavy para que te relajes?
- Pero no es una bomba, señor.
- Mucho más tranquilo aún. Entonces ¿qué? ¿Nos echamos un partido de fútbol con eso?
- No sabría decirle.
- Pues no voy a ser yo quien te lo diga. Yo si que no entiendo nada de esto.
- Llamemos a los artificieros.
- Cojonudo ¿y para qué estás tu aquí? Los artificieros están a cientos de kilómetros. Tú eres lo único que tenemos.
- ¿Y si no lo tocamos y lo dejamos aquí?
- Una solución muy salomónica. ¡Me gusta! Así podrán degradarme cuando le explote a alguna de las tropas que vengan detrás.
- ¿Y si lo desmonto?
- No sé. Si quieres lo hago yo.
- ¿Lo haría?
- Claro que no. Yo no entiendo de esto.
- De acuerdo, miraré a ver si encuentro la forma de…
- Ya era hora de que avanzáramos.
- … abrir este cacharro, porque parece complicado.
- ¿Necesitas un hacha?
- No sé si serviría, señor, quizás con dinamita…
- Queremos desactivar la bomba, no hacerla estallar.
- Bien de acuerdo, ya está.
- ¿La has desactivado?
- No es una bomba.
- Pero ya está ¿no?
- Ha hecho clic.
- ¿El qué ha hecho clic?
- Golpeé esta parte e hizo clic.
- ¿Y si la has activado?
- No ha estallado ¿verdad?
- Pero…
- ¡Aja! Se abre a la mitad.
- Bien ¿Ves algún explosivo?
- No.
- ¿Algún reloj corriendo?
- No.
- ¿Cables?
- No.
- Entonces ¿Qué hay?
- No sabría decirle.
- ¿Sabrías decirme algo que no fuera eso?
- Señor, yo…
- Quita, déjame ver.
- Señor, no creo que…
- ¿Está hueco?
- Ya lo ve.
- No puede ser.
- Es lo que hay.
- Entonces no es una bomba.
- Llevo diciéndoselo desde el principio, señor.
- Déjame ver si hay doble fondo.
- No es una bomba, deberíamos dejarlo.
- Pues aquí se mueve algo.
- Déjeme ver.
- No, ya esta. Ves esta parte se quita.
- Señor, ha arrancado la…
- No, hombre no, sale solo.
- Sigue sin haber nada. Ahora menos aún.
- Al menos hemos quedado seguros.
- Le dije que no era una bomba.
- Y si no es por mi ni siquiera lo compruebas.
- Señor, yo…
- ¿Otra de tus frases preferidas?
- Es que…
- Anda tira ese maletín vacío por ahí, ahora que sabemos que está vacío.
- No puedo.
- ¿Te estás insubordinando?
- No señor. Es que está atado.
- ¿Atado?
- Sí, con unos cables que se hunden en el suelo. Están atados al asa metálica.
- Pues arráncalos, córtalos o haz lo que quieras pero quítalo de en medio.
- De acuerdo señor ¿Cuál corto antes, el rojo o el azul?
- No te pitorrees. Me da igual. No soy del barça.
- Pero, es que yo…
- ¡Córtalos!
- De acuerdo. Cortaré primero el rojo.
- ¿Lo cortaste?
- Sí.
- Pues no pasó nada.
- Claro ¿Qué quería que pasara?
- Corta el azul.
- ¿Señor?
- Dime
- Sí, era una bomba.
- ¿Cómo?
¡BOOOOOM!

 

Rogelio Pleba