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Fue en el año 2005 después de la llegada del profeta, cuando
dos gigantescas naves de forma ovalada empezaron a ser vistas en
diferentes lugares de nuestro otrora bello planeta.
Algunos meses después cansados de observar nuestra aburrida vida
de mortales, descendieron en una nave mucho menor que aquella que
le servía como base, justo en la capital de mi amado país.
Pronto todo el mundo supo de la visita y pudo ver las fotos de la
misma. Los visitantes eran esencialmente como nosotros, sólo que
poseían mayor capacidad craneana y menos pelo, y por supuesto
nos sacaban mucha ventaja tecnológica. Nosotros en aquel
entonces apenas hacía menos de cuarenta años que habíamos
conseguido aterrizar una nave tripulada en nuestro único
satélite.
Enseguida se hicieron públicas sus pretensiones: Reclamaban la
propiedad del planeta, porque según afirmaban eran de la especie
de nuestro creador. Tal pretensión evidentemente no fue
atendida, sin embargo, se reconsideró cuando demostraron su
poder divino destruyendo una de nuestras más importantes
ciudades, en la que según ellos imperaba la lujuria y la falta
de fe. Apenas quedó piedra sobre piedra donde antes se levantaba
una inmensa ciudad.
Apenas un año después, todos los cargos de importancia en el
planeta eran ocupados por ellos, como nuestros amos. Prometieron
en aquel tiempo que iban a venir más de su especie, incluido
nuestro creador y que él nos daría la libertad en otro mundo,
donde no estaríamos atados a la vida.
Aquellos fueron tiempos duros, donde lo poco que cultivábamos y
fabricábamos iba dirigido a llenar las despensas para cuando
llegaran los demás, la gente se moría a millares, los demás
malvivíamos con una comida al día. Pero eso no era todo, por si
fuera poco, seleccionaban a los chicos y chicas más guapos del
planeta y los tomaban como sus objetos sexuales, cuando se
cansaban de ellos los mataban y venían a por más. Siempre con
la promesa de redimir nuestros pecados y de conseguir el
placentero estado mejor no atado a la vida en cuanto llegara el
creador.
Corrió además entre nosotros el rumor de que eran inmortales,
pero ellos con su natural distanciamiento no lo confirmaron.
Todos pensamos que sí, que debían serlo, porque la inmortalidad
era una propiedad inherente al creador, el rumor lo único que
hizo fue aumentar su misterio.
Ya desde aquellos primeros tiempos hubo personas que no creyeron
en sus palabras, pero eran fundamentalmente no creyentes. Los
recién llegados se ocuparon de enseñarles el buen camino, de
convencerlos de la existencia del creador.
Sobre este punto no se sabe mucho, pero desde que se invitó a un
grupo de jefes de los no creyentes a una de sus naves
principales, nadie volvió a desconfiar de sus palabras, al menos
durante algún tiempo.
Sí, porque aunque nadie ajeno a ello lo sabía, la organización
creada por los no creyentes sobrevivió, aunque sin sus lideres,
que ahora estaban entre los más fervientes admiradores de los
recién llegados. Esa organización empezó a crecer al cabo de
algún tiempo, como un cáncer que extendía sus tentáculos
dentro de la sociedad.
No se como lograron obtener la información, probablemente
lograron infiltrarse de alguna forma en lugares prohibidos y
escucharon conversaciones de los recién llegados, que no
querían que llegaran a nuestros oídos, pero un día la señal
de la televisión se interrumpió durante algunos minutos,
dejando paso a una emisión pirata realizada con gran esfuerzo a
todo el planeta, superando así el férreo control televisivo que
nos tenían impuesto.
Esta emisión pirata, procedente de algún lugar desconocido, era
un comunicado a todo nuestro pueblo, volviendo a sacar a la luz a
los no creyentes, que ahora se hacían llamar resistencia
planetaria. En la comunicación se afirmaba que los
supuestos creadores, como ya los llamábamos todos,
no eran más que lo que durante mucho tiempo habíamos esperado y
a la vez temido: Visitantes de otra galaxia. También se decía
que ni mucho menos tenían nada que ver con nosotros ni con
nuestro creador. No eran más que seres que habían casi
destruido su planeta por la contaminación, la falta de plantas y
animales y muchas otras cosas que no habían hecho más que crear
una caótica civilización.
Un planeta donde más de tres cuartas partes de la población se
moría de hambre sin que los demás hicieran nada por evitarlo y
un tercio de esa cuarta parte restante moría también por
infecciones pulmonares, eso sin contar con asesinatos, otras
enfermedades cardiorespiratorias y accidentes de todo tipo. En
fin que su esperanza de vida estaba reducida a unos treinta
años. Sin embargo, en nuestro planeta en mejores condiciones esa
esperanza de vida sin duda se vería ampliamente aumentada, sin
saber hasta cuanto.
Además su gobierno era inestable, muchos gobernantes acababan en
la cárcel acusados de todo tipo de delito, otros morían
asesinados por ser demasiado buenos y los que más gobernaban
para su propio provecho material.
Además se afirmaba que su único objetivo era hacerse con
nuestro planeta para vivir en él, y que cuando supuestamente iba
a venir nuestro creador era cuando llegarían el resto de
habitantes de su planeta a establecerse aquí. Si ese era su
objetivo a nosotros sólo nos quedaba un camino, la extinción,
también se afirmaba que ese supuesto estado independiente de la
vida sería la muerte que nos esperaba a todos.
Esa comunicación fue seguida de algunas detenciones y
ejecuciones públicas, y aunque todo fue negado por los
Creadores, la semilla estaba sembrada aunque nosotros
ni siquiera lo sabíamos. Nadie en un principio les creyó, era
una historia tan ridícula.
Unos seres tan poderosos no podían provenir de ningún planeta,
deberían de estar hechos de un material especial, que además
les daría la inmortalidad y que no podía ser creado en ningún
planeta.
Sin embargo, la semilla brotó, fue cuando la resistencia
planetaria hizo estallar una de las naves pequeñas y
murieron cinco Creadores que en ese momento se
encontraban en su interior. No eran por tanto inmortales. Desde
sus puestos de mando, se afirmó que ellos nunca dijeron que lo
fueran, pero aún así la duda crecía en nuestro interior.
Fue aproximadamente dos años y medio después de la primera
visita cuando la resistencia planetaria logró
capturar a uno de ellos, aún perdiendo en la operación a varios
valiosos hombres. Al día siguiente se realizó una segunda
emisión pirata de la misma forma que se había realizado la
primera, en esta ocasión se ofreció la confesión grabada del
creador capturado. Decía que todo lo que se había
comunicado en la primera retransmisión era verdad.
Esta segunda transmisión también fue castigada como la primera,
con varias ejecuciones publicas, probablemente incluso de gente
que no tenía nada que ver con ella. También se celebró un gran
funeral por el creador detenido del que ambas partes
se echaban la culpa de su muerte. Por supuesto ellos negaron
todo, diciendo que le habían torturado para que dijera eso.
Pero la resistencia planetaria ya contaba con nuevos
miembros, entre ellos un servidor, y se iba haciendo más fuerte
por momentos, la semilla había crecido dando lugar a un fuerte
árbol que crecía rápidamente y pronto haría competencia a los
mayores que le rodeaban.
Y ese día llegó, fue planeado a conciencia durante algún
tiempo, pero al fin decidimos pasar a la acción. Gracias a esa
gran técnica llamada maquillaje que en nuestro
planeta utilizábamos en las películas, algunos de nuestro grupo
pudieron disfrazarse como ellos, de forma que no se notara el
disfraz y de esta forma empezamos el ataque.
Nuestra experiencia fue un poco más complicada de como lo voy a
contar, pero no hay razones para aburrir a nadie contando los
detalles.
Los disfrazados lograron introducirse en las dos naves grandes
con la intención de colocar explosivos, el resto nos ocupamos
del ataque en el planeta, por suerte tenían la costumbre de no
parar mucho en él, de forma que la ofensiva con la ventaja de la
sorpresa fue relativamente fácil. Lo más difícil era el
interior de las naves.
No supimos que pasó allí dentro hasta que se produjeron las
primeras explosiones y una de las naves se disolvió en medio de
un gran ruido, cayendo trozos de ella en diferentes lugares del
planeta. La otra nave, con graves daños, enfiló hacia el
espacio y salió de nuestra atmósfera lo más rápidamente que
podía, alejandose de nuestro planeta.
Sobre nuestros hombres introducidos en aquella nave no volvimos a
saber nada, pero los de la que explotó regresaron al planeta en
una nave pequeña, habiendo escapado justo antes de la
explosión.
De esta forma el pequeño árbol acabó con los grandes,
robandoles el terreno.
Estuvimos durante algún tiempo más observando y temiendo la
llegada de más naves, pero hasta el momento no ha llegado nadie
más.
De esta forma el resto de nuestro planeta ha acabado por
comprender que todo era una mentira muy bien planificada y no
pertenecían a la especie de nuestro creador, ni nada por el
estilo.
Pero jamás dejaremos de vigilar su vuelta, porque sabemos que
algo así puede volver a ocurrir, aunque ahora estamos
prevenidos, no volveríamos a caer en sus trucos.
Por esta razón escribo estas lineas, para que tú también
estés atento por si llegan al lugar donde vives, para que
entonces no creas sus mentiras y sepas perfectamente a que te
enfrentas.
Sólo espero que eso nunca ocurra.
Por cierto casi me olvidaba, en la segunda retransmisión por
televisión, el creador capturado dijo que el planeta
del que procedían y que se encontraba en tan avanzado estado de
deterioro, se llamaba algo así como Tierra.
Rogelio Pleba